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martes, 30 de septiembre de 2014

Empezar, continuar

Después de un tiempo sin escribir, hoy, me han entrado ganas. Estaba buscando información sobre una dinámica de presentación y entonces me ha llegado el impulso. Y es que en este día comienzo una nueva experiencia. En Servicios Sociales del ayuntamiento de Coslada, a través de una empresa con la que trabajo durante la época escolar desde el 2012. Año en que empecé a cursar mi querido ciclo de Integración Social.

El curso pasado, ya en 2014, empecé a trabajar con personas adolescentes a través de esta empresa en un instituto, en clases extraescolares de apoyo escolar e inglés. Alumnos/as de tercero y cuarto de la ESO en apoyo escolar y de primero a tercero de la ESO en inglés. Una experiencia nueva para mí, ya que era la primera vez que trabajaba con personas de estas edades, además de estar casi comenzando mi experiencia profesional con grupos de alumnxs desde el año 2012. Antes había probado como profesora particular y puntualmente, en una ocasión, como monitora. Unos meses después de empezar en el instituto, empecé a trabajar en otro con alumnos/as de segundo de la ESO, también en apoyo escolar (plan A.R.A).

Tenía ganas de hacerlo lo mejor posible, de crear un clima favorable con lxs alumnxs y de que fluyera el respeto. Sin embargo, todo no fue tan fácil y tán idílico como la teoría que tanto me gusta. En el primer insituto tengo que decir que juntaban en clase un montón de alumnos/as, lo que a veces provocaba -entre otros motivos- cierto descontrol (si es que éste creo que era uno de los motivos, también tendría yo parte de responsabilidad). En el segundo instituto -con otra empresa- a la actividad asistían como máximo seis personas y la diferencia era extrema. Podía atender a todxs, trabajar en un ambiente en mi opinión favorable (aunque de todo se puede obtener beneficio, supongo que es cuestión de buscar herramientas), todo resultaba más fácil.

Ahora empiezo a trabajar con un grupo de adolescentes bastante reducido, junto con otra monitora. Y quiero poner en práctica todo lo que he aprendido. Establecer unas normas (se me ocurrió hablar de compromisos más que de normas y me gusta la idea, preguntándoles antes a lxs chicxs si conocen la diferencia entre ambos términos. También he probado esto con alumnos/as de sexto de primaria, y me encanta cuando ells misms explican la diferencia) que elaboremos entre todxs, autoevaluación continua, charlas, coloquios y debates, respeto, solucionar los conflictos que puedan surgir. Todo con pautas claras desde el principio. Y tal vez, voy escribiendo la experiencia por aquí, lo que voy y vamos aprendiendo.

Quiero intentar vivir esa utopía que me he creado (y creído), en la que lxs educadorxs son guias, guias que no empujan, sino que invitan :)

martes, 1 de abril de 2014

En este día una reflexión TEA

Como mañana, 2 de abril, es el día de la concienciación sobre el TEA (Trastorno del Espectro Autista), me he animado a escribir para ver si consigo expresar algo de lo que pienso, y de paso, tal vez hago referencia a las prácticas del ciclo de Integración Social que estoy realizando desde que cambié al otro cole.

Lo primero, escribir lo que me suena a repetido, que aunque exista un día del año dedicado a la concienciación sobre el TEA, igual que existen tantos sobre otros "temas", creo que esta concienciación se logra a diario, tal vez haciendo visible lo invisible, y/o "al revés", desaprendiendo o transformando las "falsas creencias", en este caso sobre "autismo". O a lo mejor transmitiendo lo que sabemos o pensamos saber.

En este instante, siento una especie de confusión que me hace creer que no tengo las ideas claras, y seguramente esté en lo cierto. Sé que hay más, mucho más de lo que conozco, y que este tema, como tantos, tienen historia... al mismo tiempo que desde algunos puntos de vista podría percibirse como algo sencillo, simple..., en lugar de complejo.

Y es que se me hace tan raro que el autismo se considere una discapacidad, como el que digan que afecta a "x" personas, como si fuera algo peligroso que se expande (¿?). Y lo peor, o lo mejor de todo, es que quizá yo pensaría parecido si no hubiera comenzado mi querido ciclo de Integración Social. Aunque antes de empezarlo, creo que ya iba en esa dirección. Ya me cuestionaba el hecho de considerar "menos capaces" a ciertas personas (aunque con otras palabras que me llevaban a pensamientos similares). Creo y estoy aprendiendo que todo depende de qué parámetros se establezcan para medir la capacidad y la no capacidad.

¿Y si el mundo estuviera construido por ejemplo para algunas de estas personas etiquetadas en esta "realidad" con las siglas TEA (aunque se suponga que les cuesta adaptarse a un mundo en constante cambio)? O mejor, ¿y si el mundo estuviera preparado para pensadorxs visuales? ¿Existiría entonces el nombre del Trastorno del Espectro Autista? ¿Se les daría un nombre, por el contrario, a quienes no cumplieran ciertas condiciones si se consideraran otros los parámetros? ¿Serían algunxs "normales" consideradxs personas con discapacidad? ¿Serían otrxs lxs normales? ¿Existirían lxs normales? ¿Existen lxs normales? ¿Las personas diagnositcadas de TEA pertenecerían a un mismo grupo o si los parámetros fuesen otros...? ¿Y si se construyera un mundo para personas invidentes (echándole imaginación)? ¿Seríamos las personas videntes personas con discapacidad? ¿Lograríamos adaptarnos? ¿Y si el mundo se construyera para personas con sordera (también echándole imaginación)? ¿O para quienes se trasladan en silla de ruedas?¿Seríamos las personas que oímos sin dificultad o las que andamos personas con discapacidad? ¿Y si lo común fuera percibir el mundo como algunas de las personas con TEA, se quedarían las personas con TEA invidentes fuera del "círculo"? ¿O a lo mejor no? ¿Y las personas con TEA y con sordera? ¿Y las personas con TEA y sordoceguera? ¿Y le darían tanta importancia al binarismo hombre-mujer? ¿Y al color de piel, religión, ideas políticas o a aquello que genera falsas divisiones? ¿O existiría más unidad permitiéndose ser? ¿Depende de quién/es tomen el control? ¿Y si como ya he mencionado, las medidas, los parámetros fuesen otros, o no existieran? Hay infinitas posibilidades, pareciéndome éstas que hago en forma de pregunta, rígidas, ya que cada persona y situación somos infinitas posibilidades al mismo tiempo.

Aunque estoy refiriéndome al TEA, esto se podría aplicar para cualquier otra etiqueta o clasificación. Me resulta curioso, como personas tan diferentes están incluidas en un mismo lote por el hecho de estar diagnosticadas de TEA desde el modelo médico. Y es que las personas con TEA, en teoría (y digo teoría porque al fin y al cabo todo me parece teoría), experimentan dificultad en la interacción social (en el concepto que se ha elaborado y denominado como "Interacción social) y en la comunicación e intereses restringidos (así muy resumidamente), a los que se pueden añadir características asociadas como por ejemplo estereotipias, es decir movimientos que se supone que no tienen un fin determinado (algo así resalta Wikipedia). Teniendo en cuenta también un "déficit en Teoría de la Mente". Pero ¿quién mide esto y qué "verdades universales utiliza"?

Sin embargo, haciendo caso omiso a estas dificultades que se dice que tienen (yo pienso que la dificultad radica en que les cuesta entender y adaptarse a esta farsa de reglas y normas sociales). Yo disfruto un montón estando con lxs alumnxs con lxs que he tenido el súperplacer de compartir mi experiencia en prácticas de Integración Social. Yo no siento esa discapacidad invisible, al contrario, les siento súpercapaces de todo (a lo mejor no de leer como TIENE "obligadamente" que leer un/a chicx de su edad, o de sumar como TIENE que sumar un/a chico de su edad, o de relacionarse como se relacionan las personas "normales guais", incluso de hablar. Es decir, de adaptarse a las NORMAS SOCIALES), a la vez que vulnerables por haber aprendido a no poder confiar tanto en su criterio como en lo que dicen las personas adultas: las personas adultas SIEMPRE tienen razón. Supongo que como hacen creer a la mayoría de lxs niñxs. Menudo engaño... 

Yo les siento mágicos, son mis maestrxs de este curso, y son geniales. Respecto al y qué de no sumar, leer, relacionarse como las personas "normales" siguiendo un determinado "DESARROLLO TÍPICO", pues... se me desmonta la idea a menudo. Me doy golpes contra la densa realidad, que para mí de real poco, y me "convencen" por unos minutos, a veces minutos muy largos que me hacen dudar, de que sí es importante sumar, leer y relacionarse como el resto, porque si no estás perdidx entre tantas NORMAS  y metas SOCIALES, y así es. Y así es también mi lucha constante, estoy entre la magia de la diversidad y entre esa falsa realidad densa que de vez en cuando, bastantes veces, me atrapa. Haciéndome creer que estoy confundida, que es muy importante alcanzar ciertos objetivos que toda persona "normal guay" de desarrollo típico "adaptada en teoría a las normas sociales" alcanza y que hay que luchar por conseguir llegar a esos objetivos. Suerte, que, cuando estoy o creo estar consciente, sé que eso no es lo importante aunque me deje llevar por la corriente. Que todas las medidas, etiquetas y clasificaciones forman parte de un mundo denso y manipulado que nos dificulta percibir lo que todxs podríamos percibir. A ver si es que el mundo tampoco va a estar echo para lxs "normales" y está echo para otrxs... 

Añadir, que aunque digo esto, disfruto intentando enseñar, transmitir, eso que tienen que aprender. Y que estoy intentado hacer todo lo mejor que sé. Que me encanta cuando se me da la oportunidad de "enseñar" a escribir, a leer, habilidades, o de hacer cualquier actividad con ellxs, con lxs alumnxs. Y entiendo que trabajando con algunas personas podríamos potenciar eso que se llaman habilidades que nacen de cada una.

¿Tú te consideras normal? Por suerte, aprendí que esa palabra es una estafa (aunque ahora leo esta idea de continuo -una vez ya metida en el tema-, además de haberme introducido en esto en la universidad, la idea la asocio con unx profe del curso pasado, que propició el hecho de estimular mi capacidad de cuestionar, Lucas Platero). Las personas normales no existen, por eso me identifico mejor con cualquier persona que se sale de esa falsa norma. Porque qué es "ser" normal... a lo mejor de repente descubres que te pueden incluir dentro lo que se considera TEA (como le ha pasado a personas adultas) y entonces... ¿Dejarías de serlo (normal)? ¿Y si empezamos a dejar de controlarnos a nosotrxs mismos dejaríamos de ser/parecer normales? Da miedo... pero un miedo mental, un miedo que se puede traspasar.

Por el falso miedo algunxs intentamos forzosamente permanecer en los estándares aceptados queriendo o sin querer, mientras que a otrxs les resulta más difícil fingir estar dentro de algunos de esos estándares imaginarios. Y precisamente, es esa gente a la que tanto admiro, y sobre la que aun así, creo que también se ejerce control...

¿Y si dejamos las etiquetas a un lado y jugamos a ser personas? Entiendo también (golpe de realidad densa) que tal y como se plantea la situación, algunxs no le encuentran gracia al juego, ya que las reglas no parecen las mismas para todxs.

Tras escribir acabo de leer esto que quiero leer más detenidamente:
http://autismodiario.org/2012/04/22/son-los-trastornos-del-espectro-del-autismo-una-discapacidad-social/ 

¿Y si la discapacidad la tienen aquellxs que en lugar de sentir la diversidad perciben la no capacidad?

Todo lo que es cuestión de percepción tiene solución.


Imagen coloreada por lxs alumnxs y profes el día de la Concienciación del TEA

jueves, 6 de marzo de 2014

Lo mejor de las prácticas

La complicidad con lxs alumnxs

Y es que se nos dijo que en el trabajo con personas con TEA se echaba de menos el feedback, y sin embargo me he dado cuenta de lo contrario. Aunque lxs alumnxs puedan no dar las gracias de forma verbal, o sí, el "feedback" se puede transmitir y percibir de tan diversas maneras... Por ejemplo con gestos, sonrisas, aplausos, miradas... A lo mejor quien sonríe no está pretendiendo agradecer nada, pero esa sonrisa puede valer mucho más que un "gracias". Para mí eso es feedback. En concreto, me hace mucha ilusión cuando me reencuentro con a A., uno de los alumnos con los que pasé los primeros 9 días de las prácticas, quien se comunica por signos básicos y por intercambio de imágenes. Cuando nos encontramos por algún motivo, nos miramos, nos sonreimos :) y él aplaude. Cada persona demostramos el agradecimiento, satisfacción, conexión o lo que quiera que sea de maneras diferentes, todas ellas geniales.

martes, 7 de enero de 2014

Recuerdos del cole

Hola..!

Hoy se me ha ocurrido escribir tras ir a comprar unos encuadernadores a la papelería y recordar una experiencia relacionada con algo que suelo tener en mente, sobre todo, cuando experimento ciertas situaciones como "educadora": me he recordado a mí en el colegio, angustiada porque los encuadernadores que llevaba un día a clase tenían diferencias con los del resto. Lxs demás los habían comprado, o a lo mejor también se los habían dado como a mí. Y es que los que yo utilicé estaban guardados en casa, los tenía mi padre y me los dio. A parte de tener un tamaño más grande, también tenían una forma distinta: en lugar de circular, parecía similar a la de una flor (el borde con ondulaciones).

Esto me lleva a pensar la angustia, vergüenza, o lo que fuera que me producía el llevar algo diferente a lo de mis compañerxs. Imagino que no en todas, pero seguro que en bastantes ocasiones. Si el profesor o profesora pedía material, había que llevar exclusivamente ese que se pedía. Todxs teníamos que llevar lo mismo, independientemente del precio, de dónde se viviera o de diferentes circunstancias (imagino que podría haber cierta flexibilidad). Eso sí, los encuadernadores que llevé sirvieron igual que los del resto para sujetar las agujas de un reloj manual de cartulina.

También recuerdo el disgusto que me suponía que mi madre o mi padre me ayudaran a resolver los problemas del cole de manera diferente a cómo me enseñaba el profesor o profesora. Es cierto que el resultado sería el mismo, pero no el proceso. Entonces yo decía algo así como: "está mal, así no se hace", o a lo mejor "así no vale" y me frustraba. Quería que me ayudaran a hacerlo igual que lo hacía el profesor o profesora, porque yo me creía que si no no valía.

Recuerdo un montón de experiencias de cuando iba al colegio. Otro de los recuerdos que tengo es que se premiaba el memorizar, y otra, que no venía nada mal destacar en E.F. Supongo que también se premiarían otros hechos...

El caso es que el recordar tantas experiencias del cole (y del instituto, incluso la universidad y adelante) junto al sentimiento de angustia, miedo, vergüenza... (también los había cómodos, he de decir que en general en varias etapas me ha gustado ir a clase), cada vez que vivo una situación desde el otro lado (yo como figura de "educadora" para la niña o niño), me pongo en su lugar porque me recuerdan a mí y a lo que sentía y también siento. Ya que no me gustaba nada que nos obligaran a hacer algo que yo no quería hacer (y me sigue sin gustar claro), y aun así creo que lo hacía sin quejas porque pensaba que no me quedaba otra opción. Además, todxs o casi todxs también lo hacían, de manera que poniéndome en un mismo nivel pasaría desapercibida. Recuerdo esa sensación.

Por eso, me gustaría lo que ya me suena a repetido: que se potencie, o permita, la expresión personal de cada niñx; que se les anime en las actividades en lugar de obligarles a que las realicen (me refiero a algún tipo de actividad que les pueda dar miedo, vergüenza, que les produzca angustia... pienso que puede resultar mejor no forzar, aunque sí animar, respetar ritmos). Es decir, que se respete si no quieren hacer algo (yo creo por pequeñas experiencias vividas que al final lo van a hacer por ellxs mismxs); que no se relacione la rebeldía con algo negativo, sino con una actitud que da pistas..., que se entienda "su patosidad" (la comparo con la mía en algunos casos), su "no pillar el concepto"..., el no saber hacer algo de repente que en otro momento sí han sabido hacer, aunque sea "lo más sencillo del mundo", a mí también me pasa. Quizá por eso lxs defiendo tanto o intento defender. Porque recuerdo sensaciones y pensamientos de la niñez y ahora puedo tenerlos en cuenta... Y porque yo también soy una niña aunque pueda no parecerlo y me siento totalmente identificada con ellxs.

viernes, 3 de enero de 2014

A resaltar...

<<(...), el también profesor asociado de la UAM explicó que, en la evaluación de estos niños con Trastorno del Espectro Autista, se detectan carencias “pero también una serie de elementos compensatorios de esas carencias y es ahí donde hay que hacer hincapié”>>.

Extraído de: http://autismodiario.org/2013/11/30/presentada-la-nueva-prueba-wechsler-para-ninos-verbales-con-autismo/

"Si le repetimos mil y una veces lo mismo a un niño y éste no aprende, es obvio que no es el niño el que tiene un problema de aprendizaje, somos nosotros quienes tenemos un mal modelo de enseñanza, (...)".
  
(Nota mía)* No tiene por qué considerarse un mal modelo de enseñanza, sino que lo que a unas personas les resulta útil, a otras personas no tiene por qué (eficaz solo para algun*s). Cada una interpreta a partir de lo que alguien o algo transmite, percibiendo de manera diferente y aprendiendo de forma diversa, teniendo en cuenta, el trabajo personal de cada unx y la participación en el proceso, entre otros.

Extraído de: http://autismodiario.org/2013/06/05/mejorando-la-comprension-de-las-matematicas-en-el-nino-con-autismo/